La importancia del Upcycling
BlogPost _ESA día de hoy comprar todavía es un proceso lineal, automático y aparentemente inocente: compro, uso, me canso/se rompe y lo tiro. Sencillo.
El problema comienza cuando los recursos para seguir fabricando empiezan a faltar, y continúa cuando nos quedamos sin espacio donde tirar toda la basura consumida.
El ser humano ha pasado de ser definido por sus rasgos de personalidad a que le definan sus hábitos de consumo. Porque comprar es la actividad que nos convierte en alguien. Autorrealización personal distorsionada, diría yo. Lo triste es que esos hábitos han degenerado de tal manera que estamos llegando a un punto de no retorno en cuanto a la capacidad del planeta para satisfacerlos.
Conocemos la obsolescencia programada, estudiamos técnicas de Neuromarketing, nos sabemos publicitariamente saturados… pero no parece que queramos rebelarnos.
Hasta que llegó una pandemia mundial y lo sacudió todo.
Durante los últimos meses hemos puesto en buena práctica la capacidad que tenemos de influir en el comportamiento de las marcas. Estamos viendo como ya no solo elegimos en base al binomio calidad/precio, sino que preguntamos por el impacto medioambiental y social de lo que compramos, y por la conducta de las empresas que lo elaboran. Puede que aún no sea una fuerza significativa pero el consumidor consciente empieza a ser una tendencia al alza
Por cada bolsa de basura de una persona normal, se han generado 70 para producir su contenido.
CARLOTA GRAMUNT
¿CÓMO PODEMOS SER CIUDADANOS CONSCIENTES CON RESPECTO A LA ROPA?
Reciclar los residuos ya es una práctica básica en el día a día de todos. Envases, cartón, vidrio… Pero el textil es el gran olvidado. Aun no existe una forma unificada y sostenible de gestionarlo cuando su vida ha acabado, a pesar de que el desperdicio está en el corazón de la moda.
Más de la mitad del volumen total de ropa que fabrican marcas como Zara y H&M acaba en la basura en menos de un año. En cifras concretas, 11.2 Millones de toneladas de ropa acaban en vertederos de forma anual.
Con esta realidad escalofriante y con un sector aun por desarrollar en cuanto al manejo y reciclaje del actual volumen de desperdicio textil, el gran reto que tenemos entre manos es mantener la ropa existente en circulación el mayor tiempo posible. Debemos ganar tiempo para conseguir hacer de la moda un sector circular, llegar al tan ansiado crecimiento regenerativo.
Para ayudarnos a trasladar este inabarcable reto a nuestra pequeña vida, lo más sencillo es recurrir al mantra sostenible de las 3R. Y centrarnos en la 2ª R: REUSAR. Porque por mucho que pensemos que lo que más contribuye a la sostenibilidad es comprar de forma ecofriendly, lo cierto es que la alternativa más sostenible SIEMPRE es usar lo que ya tenemos.
Una buena alternativa para mantener en uso la ropa cuando pensamos que no nos sirve es el Upcycling, un término que se refiere al proceso de transformar residuos en nuevos objetos de mayor valor.
Se trata de una forma creativa de reciclaje, sin necesidad de procesado industrial, con el objetivo de aumentar su valor y prolongar su vida.
Los datos no engañan, duplicar la vida útil de la ropa de un año a dos, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en un 24% a lo largo de un año. Por lo que darle una segunda vida antes de desecharlo puede reducir su impacto ambiental de forma exponencial.
Pero no solo es una practica interesante para el individuo, sino también para las marcas de moda. Cada día se hace más evidente la necesidad de incluir esta técnica en la creación de moda tradicional. Ejemplos como la nueva colección de MIU MIU o la línea de Martin Margiela “RECICLA” son un buen ejemplo de cómo el lujo está abanderando este cambio de paradigma.
Este abrazo del lujo al upcycling es importante por dos motivos. El principal, por sostenibilidad y todo lo anteriormente mencionado, pero también por la importancia de volver a dar valor a la ropa. Reutilizar tejidos o prendas terminadas es poner en valor todo el trabajo y esfuerzo (recursos naturales y humanos) que se invirtió para su creación en un primer lugar.
Desde Sidikai también estamos trabajando hacia la circularidad con el crecimiento regenerativo como principal objetivo.
Hemos desarrollado una nueva línea de upcycling, Ïtero, para poder absorber y mantener en circulación prendas desechadas equivalentes al nuevo producto introducido en el mercado el año anterior. Con la nueva línea Ïtero pretendemos cumplir los objetivos de crecimiento de la marca equilibrando la cantidad de ropa lanzada al mercado con la cantidad de desperdicio absorbido.
Con este enfoque, lograríamos un modelo de crecimiento regenerativo y demostraríamos nuestra visión de cómo será una empresa de moda del futuro.
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