EL ARMARIO SOSTENIBLE
BlogPost _ESCuando leemos acerca de este concepto solemos encontrarnos con listados de marcas “ecofriendly” donde comprar básicos atemporales. Jerséis en tonos tierra, camisetas blancas, y todo espolvoreado de palabras como orgánico, limpio y honesto.
Tener un armario sostenible va más allá de las prendas que lo componen, no se trata de una concatenación de vestidos y pantalones versátiles, va de aprender a tomar decisiones conscientes. Va de darle el valor adecuado a la ropa para no dejarnos llevar por las tendencias, las inseguridades o la inercia de la cultura de consumo. Y como todo lo importante en la vida, conlleva un poco de sacrificio y algo de tiempo. Pero merece la pena.
El germen de este concepto se encuentra en el Armario Capsula, acuñado por Susie Faux en los años 70, y se refería a esas prendas esenciales, perfectamente combinables, que pueden ser usadas en las distintas estaciones del año. Para Susie ese armario cápsula debía constar de 10 prendas básicas: dos pares de pantalones, un vestido o una falda, una chaqueta, un abrigo, una pieza de punto, dos pares de zapatos y dos bolsos.
Este concepto, como muchos otros en el territorio de “lo sostenible” puede resultar cuanto menos insostenible. Y no solo por tener un armario tan escueto que ni el más espartano sería capaz de hacer funcionar, sino porque con tan poca ropa habría que lavar a diario y hoy sabemos que el exceso de lavados supone un verdadero perjuicio para las prendas y para el medioambiente:
- MICROPLÁSTICOS. De las 3.2 millones de toneladas de microplásticos que llegan al mar cada año, un 35% proviene del lavado de textiles sintéticos. Un ciclo de lavado domestico puede liberar hasta 700.000 fibras de microplásticos.
- HUELLA HÍDRICA. EL lavado de ropa en casa consume de entre 42 y 62 litros por cada lavado. Utilizar la lavadora cada día significaría algo más que 22.600 L de agua al año
- Exceso de CONSUMO DE ENERGÍA, sobre todo si usamos la secadora.
- DETERGENTES Y SUAVIZANTES CONTAMINANTES. Muchos de los detergentes no son biodegradables, una vez que llegan a los ríos/mares, son en buena parte responsables de la eutrofización de las aguas.
Con la información con la que contamos en 2021, el objetivo de cada uno de nosotros con respecto a construir “su armario sostenible” debería empezar por hacer el ejercicio honesto de elegir las prendas que más utilizamos y con las que más cómodos nos sentimos y deshacernos* de lo demás y, sobre todo, SOBRETODO, abordar las nuevas compras con los deberes hechos:
- Entender de qué está hecha la ropa y quién la hace para tomar mejores decisiones de compra. Aprender sobre tejidos y a leer las etiquetas de composición.
- Alejarse de la ansiedad de las tendencias y entender qué es lo que te gusta y lo que necesitas. Trabajar el autoconocimiento para mirarse al espejo de forma sincera.
- *Aprender sobre la importancia de la segunda vida de la ropa. Tanto para comprar como para reparar, reconvertir, donar o vender.
De la misma forma que hemos abrazado la alimentación o cosmética limpia, el armario es el último territorio de lo cotidiano que deberíamos llevar a examen. Porque la ropa que elegimos tener en nuestros armarios tiene un impacto el medio ambiente, en la calidad de vida de otras personas y en nuestra propia salud, y va directamente relacionado a las decisiones que tomamos a la hora de conformarlo. ¿Cómo quieres que sea tu impacto?
There are no reviews yet.